¡Bienvenidos acrílicos!
Si me preguntaran que significo este trabajo para mí se me vendrían tres conceptos a la mente:
Dedicación, constancia y paciencia.
Era mejor empezar a acostumbrarse al pincel y los acrílicos porque íbamos a hacer muchos y algunos ni siquiera iban a servir, por lo que al principio fue algo frustrante. El trabajo consistía en mezclar 2 colores y que al realizar este proceso se llegara al color perfecto, consiguiendo armonía entre ellos, sin pasar de uno al otro tan rápido, es decir, que visualmente se observaran diferentes tonalidades antes de producir un cambio tan brusco. Conseguir esto no era fácil, requirió de bastante práctica y mucho ensayo y error.
A lo largo de varias clases mezclando y pintando logre la entrega final de las 24 paletas.
Si bien en lo personal no me gusta mucho trabajar con acrílicos ni temperas quede contenta con el trabajo y lo disfrute.